La educación es un factor esencial. Enseña a los más pequeños a reconocer y abordar los distintos retos de Internet de una manera muy original y dinámica.
Las buenas (y malas) noticias viajan rápido en línea y, si no se toman algunas precauciones, los niños podrían encontrarse en situaciones complicadas con consecuencias duraderas. ¿Cuál es la solución? Saber qué compartir con conocidos y desconocidos.
Es importante que los niños sepan que las personas y situaciones en línea no siempre son lo que parecen. Saber diferenciar entre lo real y lo falso es una lección fundamental de seguridad en línea.
La seguridad y la privacidad personales son tan importantes en línea como en la vida real. Proteger la información valiosa permite que los niños no dañen sus dispositivos, reputación y relaciones.
Internet es una poderosa herramienta que puede usarse para comunicar cosas positivas, pero también negativas. Los niños pueden hacer lo correcto si aplicamos el concepto de “tratar a otros como queremos que nos traten” en todas nuestras acciones en línea, lo que tendría un impacto positivo.
Hay una lección que se aplica a todos los tipos de encuentros digitales: ante situaciones discutibles, los niños deberían sentirse cómodos para hablar al respecto con un adulto de confianza. Por su parte, los adultos pueden promover este comportamiento al fomentar una comunicación abierta en casa y en las aulas.
